INSTITUCIÓN DE ACOGIDA ASISTENCIAL: VIOLENCIA Y PSICOANÁLISIS Descargar este archivo (04 Institucion acogida - MJacobo RVallejo.pdf)

Martín Jacobo Jacobo
Ruth Vallejo Castro

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán México

Resumen

En este trabajo de investigación se pretende analizar y reflexionar la violencia que se produce contra niños de edad escolar de primaria de una institución asistencial. La violencia contra los niños(as) constituye un problema psicosocial cada vez con mayores incidencias y graves dificultades para su abordaje. La infancia es uno de los tiempos de estructuración del psiquismo, las manifestaciones de la violencia se producen en todos los estratos sociales siendo esta multifactorial. Las vicisitudes de convivencia en la infancia se complejiza cuando  una cantidad amplia de niños y niñas tienen que convivir todo el día, y además dormir en un mismo espacio, es así que el presente trabajo intenta mostrar una intervención psicológica en un internado mixto para niños y niñas, institución escolar y de acogida asistencial que imparte el nivel educativo de  primaria en la ciudad de Morelia,  Michoacán, México.  La Metodología de investigación fue cualitativa, los instrumentos de recolección de datos fue a través de entrevistas a profundidad, y cuestionario de conductas violentas/violentados. El dispositivo de intervención se llevo bajo los fundamentos del grupo operativo. Con los datos de los cuestionarios se formaron dos grupos; por un lado los considerados violentos  y por otro los considerados violentados. El fundamento del presente trabajo es la articulación teórica de la perspectiva discursiva del psicoanálisis. Es así que la palabra tiene su principio fundante para analizar la violencia en la institución. Se pondrá principal énfasis en la palabra de los docentes dirigida hacia los niños y niñas en relación a la violencia. Prohibir y erradicar la violencia seria una proeza que no está en nuestras manos, no buscamos eliminarla ni tampoco verla como algo natural, si no como una manifestación que tiene rostro y se puede apalabrar, para dar significaciones subjetivas que permitan entramar concordia y armonía en la infancia.

Palabras clave: violencia, infancia,  institución asistencial, psicoanálisis.

Abstract

In this work of investigation one tries to analyze and to think over the violence that takes place against children of school age of primary of a welfare institution. The violence against the children (ace) constitutes a problem psychosocial every time with major incidents and serious difficulties for his boarding. The infancy is one of the times of structure of the psiquismo, the manifestations of the violence take place in all the social strata being this multifactorial. The vicissitudes of conviviality in the infancy complejiza when a wide quantity of children and girls they have to coexist the whole day, and in addition sleep in the same space; it is so the present work tries to show a psychological intervention in a mixed boarding school for children and girls, school institution and of welfare reception that gives the educational level of primary in the city of Morelia, Michoacán, Mexico.

The Methodology of investigation was qualitative, the instruments of compilation of information it went across interviews to depth, and questionnaire of violent / force conducts.  The device of intervention I go to him under the foundations of the operative group. With the information of the questionnaires two operative groups were formed; on the one hand considered violent and for other one considered forced. The foundation of the present work is the theoretical joint of the discursive perspective of the psychoanalysis. It is so the word has his beginning fuse you to analyze the violence in the institution. It will put on principal emphasis in the word of the teachers directed to the children and girls in relation to the violence. The serious violence prohibits and to eradicate a prowess that is not in our hands, we seek neither eliminate it nor do not also to see her as anything naturally, if not as a manifestation that has face and it is possible to agree, to give subjective significances that allow entramar concord and harmony in the infancy.

Keywords: Violence, Childhood, Welfare institution, Psychoanalysis.

Introducción

En este trabajo se pretende analizar la violencia que se produce en y contra los niños  de edad escolar de primaria. La violencia de los niños y contra los niños constituye un problema psicosocial cada vez con mayores incidencias y graves dificultades para su abordaje,  ya que la violencia no solo se produce entre contemporáneos,  también los niños llegan hacer objeto de abuso por parte de los padres y los maestros. Las manifestaciones de la violencia en la infancia, y sobre todo el maltrato, se produce en todos los estratos sociales pudiendo influir factores socio-económicos, marginación y factores socioculturales; estos últimos pueden ser debidos a que, históricamente, el maltrato con fines educativos es socialmente aceptable ya que permite introducir elementos de la cultura. Gran parte de los padres violentos con sus hijos sufrieron maltrato en la infancia, es en este sentido que cobra importancia que las ciencias psicológicas produzcan espacios de análisis y atención hacia los niños, ya que es en la infancia el tiempo en el que se estructura el psiquismo.

La violencia es una manifestación psicosocial,  su etiología es multifactorial,  y  su expresión y sistematización deriva en situaciones cada vez  más  trágicas. La violencia escolar es aquella que se produce en los distintos ámbitos escolares, es decir, en las instituciones educativas en sus diferentes grados de formación (guardería, preescolar, primaria, secundaria, nivel medio superior y superior) usualmente se habla de los actos efectuados entre los contemporáneos, sin embargo el escenario es incompleto porque se tiene que abordar desde los docentes, los empleados, los padres y en general todos y todas aquellas personas que tengan que ver con el proceso educativo.

Las autoridades gubernamentales declaran que uno de los principios de combate de la violencia es la educación. Ahora bien, nos encontramos cada vez con mayor regularidad que el acto educativo que se produce en los contextos escolares,  es el espacio mismo para la proliferación de situaciones de violencia, es así que la declaración de combate de la violencia se vuelve poco alentadora. Uno de los principales dispositivos que desarrollan las autoridades para el abordaje de la violencia escolar, es la instrumentalización de charlas informativas, que apuntan a que los participantes conozcan e identifiquen las consecuencias de la violencia, este dispositivo de carácter preventivo, permite dar respuesta a una estructura burocrática, pero no a la situación específica de cada espacio institucional; es decir, no abordan la violencia desde las vicisitudes de los actores. Es de este modo que surge el interés de desarrollar e implementar dispositivos que permitan que la convivencia entre los niños, los adultos y las instituciones, tome un rumbo de tolerancia, disminución y contingencia de violencia.  Es así que el presente trabajo muestra la intervención psicológica en un entorno específico de la  ciudad de Morelia,  Michoacán; un internado mixto para niños y niñas,  institución que imparte formación primaria y otorga servicio de acogida asistencial (alimentación, hospedaje) a niños de escasos recursos.  

Al intentar definir  la infancia, recurriremos a la etimología, la cual proviene del latín infantia que significa incapacidad para hablar. Dicha expresión si la tomamos al pie de la letra se referiría a la mudez, a la imposibilidad de hablar de algo.

Para abordar la historia de un niño, tenemos que recurrir a los discursos que la han entretejido. En primer término lo abordamos a través de la representación que el adulto tiene de él. Es así que en una institución educativa el adulto primordial serán los profesores. En este sentido  todo  lo que le sucede al niño implica a los adultos, a sus reacciones y a sus prejuicios. Es a partir del discurso del Otro; casi siempre de los padres o las instituciones (fuente permanente de demanda) que se enlazan con la mirada depositada hacia los niños, entretejiendo entramados libidinales con los deseos de estos.

La violencia es un fenómeno de causalidad compleja y está sobredeterminada, tanto intrapsíquica como socialmente. El término violencia proviene del latín violentia, implica siempre una acción, por acto u omisión. Con o sin direccionalidad evidenciable: Acción de violentar, violar, forzar. En relación a la direccionalidad y el ejercicio de los actos,  hay sujetos considerados de riesgo, o que son  más vulnerables respecto a la violencia, estos son: los niños, mujeres, ancianos, y discapacitados.

Para Cantis (2000) todo acto violento se da en la intersección de tres factores: “las determinaciones socioculturales, las que provienen del conflicto vincular mismo, y la conformación intrapsíquica de los sujetos comprometidos en dichos vínculos violentos”. (335 p.)

Puget (1987) define la violencia como un funcionamiento primitivo que tiende a anular el funcionamiento mental de un otro e imponerle significados.

Ahora bien al hablar de la violencia que se produce en los entornos educativos no podemos dejar de lado que cada vez va en incremento, y la lógica podría aplicarse de manera relativamente sencilla, la escuela es el segundo lugar en donde pasan la mayor parte del día   los niños y  es por eso que aquí después del hogar, es en donde se ve reflejada. La violencia escolar no tiene su origen solo en la escuela, es la manifestación de los distintos procesos que se producen en las instituciones (familia, clubes, etc.,) es de esta manera que lo que acontece en otros espacios incidirán en la vida de los infantes. 

Para Zirlinger (2010) “los niños que han sido testigos de violencia en sus familias ven triplicada la posibilidad de ser violentos con sus propios hijos. Los niños abusadores se dan con una frecuencia quince veces mayor en familias donde la violencia está presente”. (515 p.)

Cuando hablamos de violencia debemos hacer referencia al binomio violentador y violentado, usualmente cada uno de estos sujetos tendrá caracterizaciones y posicionamiento que tienen que ser estudiados.  

Objetivo

El presente trabajo muestra las vicisitudes entorno a la violencia que se produce en y hacia los niños (as) en una institución de asistencia, así como la implementación de un dispositivo para analizar y  hablar de la violencia.

Método

La metodología de esta investigación es cualitativa, los participantes son niñas y niños de nivel escolar de primaria. El escenario  de la investigación fue un  internado mixto para niños y niñas de la ciudad de Morelia. El internado es una institución escolar y de acogida asistencial que imparte el nivel educativo de  primaria, los instrumentos de recolección de datos, fue el uso de entrevistas a profundidad, cuestionario de conductas violentas. Para la elección de la muestra se procedió solicitando el permiso a la institución  y presentando el proyecto, posteriormente se solicitó a la institución escolar que nos proporcionara los datos de los niños(as) en dos categorías; los considerados violentos  y los violentados. La intervención psicológica se realizó a partir de grupos operativos.

Para este propósito se diseñó un cuestionario al que se denominó cuestionario para la canalización de niños violentos-violentados.

Por medio de la trabajadora social se les repartió los cuestionarios a los profesores y profesoras del internado para que los respondieran, posteriormente a la entrega de las respuestas y en función de las mismas, se realizaron los criterios de inclusión para formar los grupos de intervención psicológica. El docente en su convivencia cotidiana con los niños, tiene las condiciones para poder  hablar de los entramados subjetivos del aula. Siguiendo esta lógica retomaremos algunas de las respuestas abiertas, más significativas, que los docentes escribieron en el cuestionario que identifica a los niños(as) nombrados como violentos y/o violentados.

Respuestas de los profesores y profesoras

Cuestionario de actitudes violentas. (CAV)

1. ¿Qué situaciones realiza el niño (a) que lo caractericen como violento?

  • No menciona ninguna [1°A].
  • Se acerca a los demás compañeros y los molesta, va por las filas quitando, robando, tirando, rompiendo, golpeando, les pone el pie para tumbarlos al piso, hace la travesura y corre, goza y se burla de ellos [3°A].
  • Se levanta de su lugar a platicar con los demás niños pero los molesta, les quita sus cosas y cuando los demás protestan se pone a golpear [3°A].
  • Vocabulario inadecuado, robo de cosas [5°A].
  • Se junta con otros niños para hacer travesuras [5°A].
  • Groserías, juegos violentos, conducta incorrecta, raya las paredes con corrector o marcador que me agarra del escritorio, paredes del baño comedor y aulas [5°A].
  • Es otro de los niños más grandes [6° B].
  • Se considera más fuerte que sus compañeros más pequeños, pero con sus compañeros más grandes es débil [6° B].
  • Por ser uno de los niños más grandes del grupo se considera más fuerte y con más poder, y la mayoría de los niños lo respetan (le tienen miedo) ya que cuando pega, lo hace muy fuerte [6° B].
  • Que a la pasada pega [6° B].
  • No refiere nada el profesor [1° A].
  • Trabaja poquito, le encanta molestar a sus compañeros, es muy indisciplinado tanto en el aula como fuera de ella, constantemente dice palabras obscenas, descuidado en sus uniformes [2° A].
  • Cuando está con sus compañeros(as) en equipo o parejas, ella quiere que las cosas se hagan como ella dice, si no obedecen empieza a decir groserías y a pelear y golpear, si es un juego y pierde, hace lo mismo, se enoja, se encapricha, se vuelve agresiva [2° A].

2. ¿Conoce usted el contexto familiar del niño? (descríbalo):

  • No lo conozco [1°A].
  • Pues dicen que su mamá lo dejó con su abuela y su tía, la abuelita es ya grande y no tiene ya mucha paciencia, se desespera y trata de atenderlo, la tía tiene su familia y la atiende, a “A” (nombre propio) también lo ayuda pero solo lo necesario [ 3°A].
  • No completamente, solo sé que vive con su mamá y ella también no puede controlarlo bien y se desespera [3°A].
  • No lo conozco [5°A].
  • No [5°A].
  • No lo conozco [5°A].
  • Vive con sus padres [6° B].
  • Vive con su mamá y su padrastro, no lo quiere y siempre le está reclamando a su mamá que prefiere más a su pareja que a él y a sus hermanos. No es responsable y tiene problemas de aprendizaje [6° B].
  • De él no sé nada [6° B].
  • Vive solo con su mamá, no cuentan con casa propia, lo último que supe es que vivían en un tutelar [6° B].
  • No [1° A].
  • No. Me han dicho que la madre es muy especial [2° A].
  • Vive con su abuelita. Su mamá la dejó con ella, también a dos hermanas más; No sé si tiene contacto con ellas o qué trato tiene con la abuela, el hecho de estar aquí en la escuela es una ayuda para la abuela. La abuela llora cuando se le dice que se portan mal y piensa que ya no le van a dar la ayuda y ella que va hacer con las niñas [2° A].

3. ¿Qué hace usted cuando se presentan estas situaciones?:

  • Platico y lo invito para que se integre al trabajo, cuando no tengo respuesta lo dejo un rato para que se le pase lo molesto y de esa manera lo logro algunas ocasiones pero no siempre [1°A].
  • Le digo que guarde silencio y que no moleste a sus compañeros, le he dicho que lo voy a reportar [3°A].
  • Le llamo la atención, le indico que no lo haga porque no puedo dar la clase si me interrumpe y no avanzo, pues pierdo el tiempo en corregirlo, le menciono que habrá reporte además que le hablaré a su mamá y le comunicaré su actitud para que nos ayude a corregirlo [3°A].
  • Llamarle la atención respetuosamente y poner castigos como hacer el aseo del aula o alguna área de la escuela [5°A].
  • Platicar, orientar y tratar de integrarlo al trabajo de las clases dentro y fuera del aula [5°A].
  • Platicar con él y no tratar de hacerlo con regaños, a veces he necesitado hacerlo pero en gran medida lo hago en buenos términos y una sola vez lo he llevado a trabajo social [5°A].
  • Castigarlo y hacerle un reporte [6° B].
  • Castigarlo y hacerle un reporte [6° B].
  • Castigarlo y hacerle un reporte [6° B].
  • Castigarlo y hacerle un reporte [6° B]. (es la misma respuesta para cuatro niños identificados).
  • Mucha plática con el niño [1° A].
  • Platico a solas con él fuera del salón [].
  • Le llamo la atención y le digo que lo que hace no está bien porque ella debe de acatar reglas, tanto en el juego como en los equipos, en la escuela debe de respetar, tanto a sus compañeros y a mí [].

Cuestionario para canalización de niños violentados. (CCNV)

1. ¿Qué situaciones realiza el niño(a) que lo caractericen como un niño violentado?

  • La aíslan y tiene pocos amigos [5°A].
  • Se queda callada y solo se junta con una niña en horas de receso y en actividades colectivas, aunque es de la misma edad de sus compañeros, ella es alta y con sobre peso y muchos se burlan de ella. [5°A].
  • Es pasivo y lo consideran más débil. [6°B].
  • Sin hacer nada lo molestan.  [6°B].
  • Sin hacer nada lo molestan. [6°B].

2. ¿Qué hace usted cuando se presentan estas situaciones?

  • Orientar y ayudar a que sus compañeros en lugar de aislarla la inviten a compartir los momentos conjuntamente [5°A].
  • Platicar, orientar y tratar de integrarla al trabajo en el aula o en la clase, además de resaltar sus cualidades. [5°A].
  • Le llamo la atención al niño que golpeó y dependiendo de la falta hago el reporte, pero nunca pasa nada o no se hace nada. [6°B].

3.¿Conoce usted el contexto familiar del niño? (descríbalo):

  • No. [5°A].
  • No. [5°A].
  • Un poco, que sus padres lo abandonaron y que está a cargo de su abuelita. [6°B].
  • Vive con sus papás, pero los niños que le pegan son más fuertes que él y se vuelve sumiso ante ellos. [6°B].
  • Vive con su mamá, sus papás están separados y por lo poco que me ha platicado su mamá, su papá no se hace responsable de él. [6°B].

Marco conceptual

La mirada del docente

La función y experiencia de un docente que trabaja con niños, es el lugar primordial al que hay que recurrir cuando de saber en una institución escolar y de asistencia se trata. Para Silvia Bleichmar (2008)  “la función del docente es posiblemente la primera mirada humanizante que se establece con el niño que no es puramente familiar” (65 p.) La mirada hace referencia al deseo, y este interroga lo posición del sujeto ante el Otro.

Para Mannoni (2000) “todo estudio sobre la infancia implica al adulto, a sus reacciones y a sus prejuicio (30 p.) Es así que cuando intentamos hablar de la infancia y sus entramados, no podemos hacer solo referencia a los infantes, hay que saber del deseo de los adultos con los que conviven los niños.

Consideraciones subjetivas entorno a la mirada docente.

Cuando hablamos de violencia debemos hacer referencia al binomio violentador y violentado,  usualmente cada uno de estos sujetos tendrá caracterizaciones y posicionamiento que se entretejen. En lo que respecta a los niños considerados violentos es más amplio el espectro de identificación, lo cual da lugar a que la caracterización de niños con actitudes violentas es más irruptora.

Para Cantis (2000) el violentador es una persona o grupo que se maneja con convicciones autoritarias y excluyentes y un lenguaje de acción que cercena a un otro, y también a su propio Yo o al grupo al que pertenece la posibilidad de cuestionarse y pensar. Busca la anulación del deseo y del derecho de ese otro en tanto diferente, intentando despojarlo de su condición de sujeto y convertirlo en mero objeto. (336 p.)

La postura del sujeto violento nos muestra que la actitud violenta, es un instrumento de segregación del lazo y entorno social, que se dirige a otro con la  tentativa de expulsar  de  él mismo la experiencia de la violencia.

Un rasgo muy significativo que comparten estos niños(as), es que un porcentaje importante de los docentes, desconocen la historia de los chicos a los cuales miran y nombran como violentos y violentados. El justificante recaería en que su función primordial es la lógica e implementación del binomio enseñanza-aprendizaje, además de que ellos no tienen tiempo y  su función no es saber la historia de los chicos. De algún modo los profesores se saben interpelados, por otro lado asumen que su labor termina cuando un niño responde exitosamente a los procesos académicos. Sin embargo los padres, maestros y todo aquel adulto que tenga cercanía con los niños están implicados en su historia, ya que la representación que estos tengan de la infancia y del niño,  representa un fragmento de su propia historia. Para Mannoni (2007)  “el educador se encuentra en una situación diferente de la del analista, porque no cuestiona su relación con el deseo.  (240 p.) 

En la actualidad las familias y la sociedad en general,  parecen regirse aun por la dialéctica amo-esclavo, es decir, la relación de padres e hijos, alumnos y maestros (y todas aquellas relaciones en las que se encuentra inmiscuido el infante) están sustentadas en el poder, en el autoritarismo, y al mismo tiempo en la simetría de roles, las funciones de cada cual están mezcladas, padres y maestros no  pueden sostener la responsabilidad que corresponde en cuanto a su función. La responsabilidad fue relegada a aquello que se encuentra de manera fortuita (televisión, internet, entre otros, que se constituyen como un desahogo inmediato de las pulsiones y se constituye después en un goce sin límites),  al no ser sostenida la responsabilidad, por parte de aquellos relacionados directamente con la educación, y protección del niño, se cae dentro de los menesteres del poder, y por consecuente de la violencia, justificada, normalizada e  incuestionable.  Por tanto la asimetría  en tanto propuesta es otro camino.

Quienes tienen que ser responsables, no se hacen responsables, como si hubiera un temor de que al ejercer la asimetría, se ejercieran modelos autoritarios, cuando la asimetría lo que implica son formas de responsabilidad  y no de autoridad. (Bleichmar, 2008)

Dispositivo psicológico para hablar de la violencia

El dispositivo al que se apeló para intervenir en el internado, fue la implementación de grupo operativo,  para Bauleo (1989)  “llamamos Grupo Operativo, a todo grupo en el cual la explicitación de  la tarea, y el accionar a través de ella, permite no sólo su comprensión  sino también su ejecución” (1 p.). Es así que el objetivo primordial, es que la palabra fuera el vínculo primero para hablar de la violencia. Se establecieron dos grupos; uno de niño(as) violentos (as), otro de niños(as) violentados(as). Mencionaremos algunos aspectos relevantes de la intervención:

Los encuentros con los niños(as) se realizaron una vez por semana durante seis meses, los primeros encuentros con los niños (violentados) los discursos giraban en torno a la violencia, como un fenómeno que era del entorno social, algo ajeno a sus historias,  se referían a la nota roja; mencionando que: ¡la violencia es cuando matan!, ¡es cuando un narcotraficante mata a otro!, ¡la violencia es cuando alguien atropella a una viejita! Los niños encontraban en el grupo la oportunidad de salirse del salón de clases. También los niños que no habían sido identificados querían ir al grupo. En la media en que los discursos de la nota roja se fueron agotando, comenzaron hablar de sus historias entorno a la violencia; ¡la violencia es cuando no te dan de comer!, ¡es cuando tus papás te pegan bien feo!, ¡es cuando un papá le pega a  una mamá! ¡La violencia es que te pongan hacer algo que tú no quieres hacer! Al inicio de los grupos en las primeras sesiones se producían irrupciones violentas que debían irse hablando; se nombraban con apodos; ¡él es el panzón!,  ¡ella es la negra!,  ¡ella es la cuatro ojos!,  ¡es el enano! Se golpeaban de un modo fuerte, tirando patadas y puñetazos (porque algún niño no se quería callar o porque no estaban de acuerdo con lo que se estaba hablando), cuando se lograba separarlos, hablábamos de que otro modo se podía hacer para que la situación no terminara así, lo cual solo alentaba a que pelearan más. En la medida en que pasaban las sesiones, los discursos acerca de la violencia giraban en torno a sus propias historias y la institución, ¡mi mamá tiene que trabajar todo el día, por eso estoy aquí!, ¡mis papás se pelearon y no había donde quedarme!, ¡mi abuelita no puede cuidarme!,  ¡violencia es que tus papás te abandonen!, ¡es violencia cuando te traen a un lugar en el que tú no quieres estar!, ¡violencia es que no puedas andar en la calle jugando con tus amigos!, ¡que no puedas decidir qué comer!

Si pudiéramos hablar de resultados, los mismos no son tan explícitos, acaso son pequeños esbozos, ya que para entretejer la paz, hay que hablar de la irrupción de la agresividad y de la violencia, hay que producir en los niños situaciones que les permitan confrontarse con el sufrimiento de otro, hacer de la angustia y el horror, un lugar en donde se pueda poner en palabra. Cuando algún niño(a) más pequeño(a)  hablaba de situaciones de su historia en torno a la violencia y se ponía triste y lloraba, varios niños se reían y se burlaban, ¡no seas chillona!, ¡que venga su mamá a rescatarla!, ¡quiere a su papito! Les costaba mucho trabajo reconocer el sufrimiento de otro, tímidamente algún niño(a) les pedía que dejaran de hacer eso, ya no eran las patadas y los puñetazos los que irrumpían en el escenario. La mayoría de los niños esperaba el día en el que asistiríamos.

La intención era poder trabajar con los padres y los maestros, se citó varias veces a los padres para poder establecer contacto, agendar citas para entrevistarlos y realizar después un grupo operativo con ellos, ningún padre de los niños identificados como violentos y violentados acudió al llamado. En el caso de los profesores fue análogo, era un periodo de movilización y lucha sindical (los profesores del  internado pertenecen al sindicato de la SEP)  por lo cual el director nos solicitó que a los maestros “¡mejor no los inquietáramos!” porque algunos eran muy difíciles, además no podían suspender actividades para que nosotros trabajáramos con ellos, aunado a que había muchas suspensiones. Así mismo asumimos que esta intervención, fue una intervención parcialmente fallida, no pudimos intervenir con los otros actores de la institución. Es en este sentido que intentamos crear espacios en donde la palabra se entreteja con la historia de los chicos, no podemos cambiar entornos completos, pero si incidir en que los pequeños tengan espacios de escucha,  para Mannoni (2001) “la importancia de que el psicoanalista no intervenga en el terreno de la realidad, a fin de dejarle al sujeto la posibilidad de una nueva dimensión que lo saque de una relación de servidumbre o de dependencia del Otro”. (101 p.)

Conclusiones

La violencia al ser una práctica que se naturaliza, se complejiza cuando se tiene que cohabitar durante todos los días con una cantidad grande de contemporáneos. Algunos de estos niños reproducen la experiencia de abandono y la forma de sistematizarla es la instrumentalización de la violencia, las instituciones de acogida infantil hacen todo su esfuerzo en mantener el orden, dar de comer a los chicos(as), cuidarlos, mantenerlos limpios, pero no les alcanza para poder saber de las historias de los chicos(as), de sus entramados históricos afectivos, eso es algo que no entra en las competencias de una institución escolar. Para entretejer la paz, no hay que prohibir la violencia, no hay que buscar erradicar la agresividad, tampoco hay que naturalizarla, hay que crear espacios en donde la posibilidad de ponerle rostro, y palabras a la misma, le permita a cada sujeto hacerse cargo de sus implicaciones de la violencia en su historia y la de otros. 

Referencias bibliográficas

Bleichmar, S. (2008). Violencia social - Violencia escolar. Buenos Aires: Noveduc.

Bauleo. A (1989). Grupo Operativo Revista Ilusión Grupal  Nº 2, México.

Cantis. D. (2000). Transformaciones en la cultura, violencia cotidiana y psicoanálisis. Psicoanalisis APdeBA , XXII (2), 150.

Mannoni. M. (1987) El niño, su “enfermedad” y los otros. España: Gedisa

Mannoni. M. (2001) La primera entrevista con el psicoanalista. Barcelona España. Gedisa.

Puget. P. (2000) Traumatismo social: memoria social y sentimieto de pertinencia. Memoria social-memoria singular. Psicoanálisis APdeBA - Vol. XXII - Nº 2

 Zirlinger. S. (2000) Semblantes y destinos de la violencia psicológica Psicoanálisis APdeBA - Vol. XXII - Nº 2

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